jueves, 2 de mayo de 2013

El Estadio Maracaná, de Río de Janeiro, se erigió para mostrarle al mundo la grandeza de un país emergente en proceso de redemocratización

 
 
1 Mayo 2013, 3:37 PM
¡Que entren to´...! al nuevo Maracaná
Escrito por: Jorge Rolando Bauger (jbauger@hotmail.com)
La reciente apertura -no oficial- del estadio Maracaná, de Río de Janeiro, nos motivó a escribir sobre este fabuloso recinto, considerado -en su momento- como el más grande del mundo.
La peculiar arenga que, en su momento, realizó  el ex presidente del Senado,  doctor Ramón Alburquerque,  durante un  altercado con la Liga Municipal, nos sirve para resaltar la capacidad del mítico estadio Maracaná  que podía acoger a 200,000 espectadores y algunos más.
Es decir que entrarán to´.
En el año 1946, cuando la FIFA celebró su Congreso en Luxemburgo, después de la segunda Guerra Mundial,  Brasil fue escogido como país sede de la cuarta Copa Mundial de Fútbol.
Por esta razón, las autoridades brasileñas ordenaron la construcción de un estadio que serviría para mostrarle al mundo la grandeza de un país emergente en pleno proceso de redemocratización.
El mismo representaría el corazón de Brasil y,  además de ser una mega obra arquitectónica, tenía que servir como medio de integración para eliminar  la diversidad de la creciente población de Río de Janeiro, ya sea racial, cultural o económica. Todos los asistentes al estadio Maracaná debían estar  al mismo nivel. Es por eso, que el mismo no tenía división alguna entre sus tribunas.
La fabulosa obra fue culminada una semana antes de iniciar el Mundial del año 1950 y su primer nombre oficial fue el del Estadio Municipal de Maracaná, nombre del barrio donde está ubicado el recinto. Posteriormente, fue rebautizado con el nombre del Periodista Mario Filho, fundador del periódico Jornal dos Sports que, durante más de dos años, reseñó todo su  proceso de construcción.
El 17 de Julio del año 1950, el estadio Maracaná fue escenario de una final irreal porque, en ese entonces, se jugaba  con el sistema de liga.
Brasil, que en los dos partidos previos al último encuentro había goleado a Suecia y España por 7/ y 6/1 respectivamente, se enfrentó a Uruguay y el empate le bastaba para coronarse campeón del mundo.
La ventaja inicial de la selección local hizo enloquecer a los más de 220,000 espectadores que sobrepasaron la  capacidad del estadio pero, los dos goles uruguayos silenciaron, al Maracaná  y  a todo Brasil.
La inesperada y heroica victoria uruguaya lograda en el Maracaná produjo lo que hoy se conoce como el Maracanazo y el color celeste que luce la fachada del estadio se debe –precisamente- a los colores del uniforme de la selección uruguaya.
Los requerimientos de los tiempos modernos fueron, progresivamente, reduciendo su capacidad y, el renovado recinto, que servirá de escenario para la Copa del Mundo del 2014 como también así de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos del 2016, sólo podrá recibir a 78,838 espectadores. El estadio dispone de 110 palcos con aire acondicionado, 60 bares; 231 baños;  360 cámaras de seguridad y cuatro pantallas gigantes de 98 metros cuadrados cada una.
La renovación del Maracaná  requirió de más de  400 millones de dólares y  su nuevo diseño estructural ha  preservado la fachada original porque la misma está considerada Patrimonio Histórico y Artístico del país pero, ha optimizado la visualidad desde todos los ángulos.
Las continuas huelgas y los conflictos que hubo entre el consorcio integrado por las constructoras Andrade Gutiérrez, Oderbrecht y Delta no impedirán que el próximo 2 de junio la selección  brasileña juegue ante  Inglaterra para así dejar oficialmente inaugurado el nuevo Maracaná.
Ya no entrarán to´ pero, la forma elíptica del original Maracaná ha servido de modelo para numerosos estadios en diferentes latitudes.

No hay comentarios: