Año Internacional del Deporte y la Educación Física
Mario Emilio Guerrero
megkrantz@hotmail.com
Uno de los más grandes reconocimientos que ha recibido el deporte como ente aglutinador de los hombres, fue la declaración por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del año 2005 como “Año Internacional del Deporte y la Educación Física”. Para sustentar la proclamación de 2005 como “Año Internacional del Deporte y la Educación Física”, previamente la ONU había adoptado una resolución, en la cual reconoce el potencial del deporte en cuatro áreas fundamentales: educación, salud, desarrollo y paz. Dentro de los postulados expuestos en dicha resolución, sobresalen dos en particular: “El Poder del Deporte” y “Deporte y Paz”. Estos puntos son tratados de manera concisa, pero cumpliendo el propósito de mostrar al mundo la capacidad del deporte y la educación física, como medios para alcanzar objetivos comunes de bienestar y prosperidad.
El poder del deporte
El deporte y la educación física juegan un papel importante a escala individual, comunitaria, nacional y mundial. Como individuos, el deporte realza nuestras habilidades personales, nuestra salud en general y el conocimiento de nosotros mismos. En el ámbito nacional, el deporte y la educación física contribuyen al crecimiento económico y social, mejoran la salud pública y unen a las diferentes comunidades. A escala mundial, si se practican regularmente, el deporte y la educación física pueden tener un impacto positivo y duradero sobre el desarrollo, la salud pública, la paz y el medio ambiente.
El acceso y la participación en el deporte y la educación física proporcionan una oportunidad para que la población marginada por barreras sociales, culturales o religiosas debido a cuestiones de género, incapacidad física u otro tipo de discriminaciones pueda participar de la inclusión social y moral. A través del deporte y la educación física, los individuos pueden experimentar la igualdad, la libertad y un medio digno de fortalecimiento. El control que una persona que practica un deporte experimenta sobre su propio cuerpo es especialmente valioso para las niñas y las mujeres adultas, para las personas con impedimentos físicos, para quienes habitan en áreas de conflicto y para las personas que se recuperan de algún trauma.
UNICEF
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés) está incorporando el poder y el potencial del deporte y la recreación a sus programas en países en vías de desarrollo.
UNICEF recurre al deporte como un medio para defender el derecho de todo niño a tener un comienzo saludable en la vida; el derecho de toda niña y niño a educarse; y el derecho de todo adolescente a contar con una oportunidad amplia para desarrollarse como ciudadanos comprensivos y comprometidos con la sociedad.
UNICEF considera al deporte y la recreación no sólo como un medio para lograr los objetivos fundamentales de esa organización, sino también como objetivos de buena fe que aseguran el derecho de todo niño al juego.
Deportes y Paz
El deporte, como lenguaje universal, puede ser un poderoso vehículo para fomentar la paz, la tolerancia y la comprensión.
Mediante su poder para unir a los pueblos a través de las fronteras, las culturas y las religiones, puede fomentar la tolerancia y la reconciliación.
El deporte, por ejemplo, ha ayudado a reiniciar diálogos cuando otros canales han fracasado: Corea del Norte y Corea del Sur juntaron sus atletas en un solo equipo para los juegos Olímpicos de Sydney 2000; el tenis de mesa abrió el camino para la reanudación de las relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos en 1971; y en la actualidad, niños israelitas y palestinos se reúnen regularmente para jugar fútbol o básquetbol.
Los valores fundamentales que forman parte integral del espíritu deportivo hacen del deporte un método valioso para promover la paz, desde el ámbito local al internacional.
ACNUR
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha venido utilizando desde hace mucho tiempo el poder del deporte en sus programas para fomentar la reintegración de los refugiados y asegurar la tolerancia y el entendimiento entre las comunidades.
En 2005, ACNUR comenzó a expandir sus actividades e incorporar activamente al deporte en sus programas y políticas.
A nivel de comunicación, el deporte puede ser utilizado como un mecanismo eficaz de transmisión de conocimientos en temas como la paz, la tolerancia y el respeto por los contrarios, a pesar de las diferencias étnicas, culturales, religiosas o de cualquier otra índole. Por su naturaleza, el deporte es una buena herramienta para ampliar el conocimiento, la comprensión y la toma de conciencia acerca de la coexistencia pacífica.
domingo, 5 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario