Monterrey, Nuevo León, México,

Juan Manuel Terán | MEDIOTIEMPO (Corresponsal)
domingo 11 de Diciembre del 2011

El Gobernador, Rodrigo Medina, los recibió en la Casa de Gobierno
Miles de aficionados se congregaron en la Macroplaza

Monterrey se pinto de amarillo y azul. Luego de la obtención del título del futbol mexicano, los Tigres festejaron por las calles de la capital regiomontana en una fiesta que no se veía hace 29 años y que durará toda la noche para los seguidores felinos.

Fue en punto de las 10 de la noche que el desfile del Campeón comenzó luego de que el plantel de los Tigres abordó un "turibús" para festejar al aire libre con sus aficionados. El transporte salió del Estadio Universitario y de inmediato la gente se avalanzó sobre el mismo.
Video: Isaac Castro | MEDIO TIEMPO (Enviado)

Fueron poco más de cinco kilómetros de distancia los que el mejor equipo del Apertura 2011 recorrió acompañado por gritos, banderas, claxons y cualquier instrumentó que hiciera ruido para vitorear al nuevo monarca.

No faltaron las personas que hicieron gran parte del recorrido corriendo junto al camión y lanzando banderas al "turibús" para que sus jugadores las ondearan.

Jorge Torres Nilo e Israel Jiménez fueron los que se colocaron al frente en la parte alta con el trofeo, mientras que hombres como Palos, Pacheco o Lobos decidieron ir en la parte trasera. Ricardo Ferretti, ya sin su tradicional bigote, fue en la parte de abajo acompañando a el Ingeniero Alejandro Rodríguez, Presidente de la institución.

El recorrido duró poco menos de media hora hasta llegar a la Casa de Gobierno en donde los jugadores descendieron para reunirse con el Gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, quien los recibió por espacio de 10 minutos en sus oficinas y levantar el trofeo de Campeones.

Finalmente, los Tigres salieron al escenario de la Macroplaza para festejar con los miles de seguidores que ya abarrotaban el centro de la capital de la Sultana del Norte.

Fue por espacio de 5 minutos que los jugadores estuvieron en el escenario, mostrar el trofeo y luego despedirse de la afición que los vitoreó y armó la fiesta por todas las calles de Monterrey.