miércoles, 1 de julio de 2009

CRISTIANO , EL MAS CARO DE LA HISTORIA


kaka y el Real Madrid

FUNCHAL, Portugal, (AFP) - El delantero portugués Cristiano Ronaldo, que jugará en el Real Madrid tras el fichaje más caro de la historia, corría hace 15 años con los pies desnudos y con un balón bajo el brazo "como los otros" niños de Funchal, la capital de la isla portuguesa de Madeira, aunque ya destacaba por su ansia ganadora.
Actualmente no queda nada de la vivienda de protección oficial en la que vivía en delantero luso, fichado por el Real Madrid, de la Liga española, al Manchester United, de la Premier League inglesa, por 93 millones de euros.
Cuando murió su padre en 2005, la pequeña casa en la que vivían los Ronaldo estaba vacía y, según las malas lenguas, el ayuntamiento la derrumbó para evitar que los fotógrafos del mundo entero continuasen mostrando la pobreza en la que creció el astro luso de 24 años.
"Era un niño como los otros, siempre corriendo a todas partes con los pies descalzos", recordó Manuela Andrade, una de las que fuera vecina de Cristiano Ronaldo y madre de uno de los amigos de infancia del flamante fichaje del Real Madrid.
Esta ex cocinera de 60 años lamenta que Ronaldo, su familia y su entorno más cercano hayan perdido la sencillez. "La gente del barrio se queja, pero imagino que el dinero le sube a la cabeza a todo el mundo", aseguró Andrade.
Desde los seis años el pequeño Cristiano Ronaldo acompañaba a su padre a las instalaciones del modesto club local Andrinha, donde trabajaba como empleado de mantenimiento pero en el que también se ocupó del entrenamiento de vez en cuando.
"Cualquiera que viera al niño se daba cuenta de que era especial. Se hacía con el control del balón y se deshacía de sus rivales hasta que encaraba la portería", contó Antonio Mendonça, el que fuera el primer entrenador de Cristinano Ronaldo en el Nacional.
A los nueve años, Ronaldo entró en ese club con la promesa de que se le pagaría el transporte además de 5.000 escudos de la época (25 euros) mensuales.
"Todo esto ha cambiado mucho pero fue aquí donde le vi jugar", rememoró Pedro Talhinhas, el último técnico que dirigió el juego del portugués en Madeira, sentado en los jardines del estadio Cristiano Ronaldo, segundo campo del Nacional inaugurado en 2007 en presencia de su ex pupilo.
"Era un líder para sus compañeros de equipo", subrayó Talhinhas. Pero, según recordó con una sonrisa, "odiaba perder, incluso en el entrenamiento. Lloraba siempre que perdíamos un partido y si perdíamos durante el encuentro, jugaba llorando". "Nunca vi tanta ansia por ganar", resumió Mendoça.
Fichado por los ojeadores del Sporting de Lisboa, el joven Cristiano Ronaldo se unió a la cantera del club lisboeta, que ya formó antes que a él a Luis Figo.
Siendo el único en el club continental de la isla portuguesa, el ahora astro del fútbol mundial era objeto de las burlas de sus compañeros por su fuerte acento y por su poco gusto por los libros. Aquella mala experiencia acabó con Cristiano Ronaldo volviendo a Madeira con su madre y sus hermanas.
Pero su padrino, Fernao Sousa, ex jugador del Andorinha y del Nacional intervino. "Fui a verles y le dije a su madre: ?sólo tiene once años pero el futuro de esta familia depende de Cristiano Ronaldo?", narró Sousa.
Consecuencia de esta mediación fue que el joven jugador montara en un avión de regreso a Lisboa. En 2002, Cristiano Ronaldo debutó con el Sporting de Lisboa, un año antes de que su carrera se dispara

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