Es un resultado mentiroso

Ramón Sánchez, excapitán de la selección nacional, y Manuel Salazar, zaguero de la Azul en el proceso eliminatorio pasado, concluyeron anoche que la selección de República Dominicana se llevó demasiado premio al perder únicamente 3-2 ante el representativo cuscatleco.

Escrito por Santiago Leiva
Sábado, 03 septiembre 2011 00:00 Es un resultado mentiroso. No hizo méritos República Dominicana para meter esos dos goles.”

En el primer tiempo se vio el dominio de la selección nacional, pero les faltó el último toque.”

El dramático 3-2 conseguido por El Salvador ante República Dominicana no estaba en los pronósticos de nadie.
“Es un resultado mentiroso. No hizo méritos República Dominicana para meter esos dos goles”, dijo Salazar, al coincidir con Sánchez en que la mínima diferencia no refleja lo que sucedió en la cancha.

Eso sí, tanto Sánchez como Salazar, en su análisis para LA PRENSA GRÁFICA, apostaban por un resultado mucho más abultado por parte de la Azul.

Salazar no vaciló en pronosticar un 4-0 en los minutos previos al partido; Sánchez, entre tanto, no se aventuró a dar un resultado antes de que cayera la primera anotación para el conjunto nacional.

“Hoy van a ser 3 o 4 goles los que vamos a meter”, dijo Sánchez después de que Rodolfo Zelaya abriera la cuenta para la Azul al minuto 53.

Los pronósticos iban por buen camino después del 2-0 conseguido por Cristian Bautista al '63, pero los goles de Johan Cruz y sobre todo el de Domingo Peralta, en posición adelantada, sobre el final del juego disfrazaron el resultado, según el exzaguero de Firpo.

Sánchez y Salazar aplaudieron el volumen de juego que mostró la selección sobre todo en la etapa complementaria, que fue cuando le sacaron fruto al dominio territorial.

Y es que tanto Sánchez, volante del Metapán, como Salazar, ahora como jugador retirado, coincidieron en que en el primer tiempo a la Azul le pasó factura la ansiedad por conseguir el primer gol.

“En el primer tiempo se vio el dominio de la selección nacional, pero les faltó el último toque, por la misma ansiedad de meter el primer gol”, dijo el volante cementero. “Estamos fallando en el último toque, no hay claridad en el último pase”, detallaba Salazar.

Los analistas de LPG también llegaron a la conclusión de que el trabajo del silbante panameño José Luis Rodríguez no fue de lo mejor, principalmente en la etapa inicial, que no pitó un claro penalti sobre el artillero Rodolfo Zelaya.

También creen que el mal estado del césped del Cuscatlán terminó pasando factura al conjunto salvadoreño. “Si a alguien afectó la cancha, ese fue a la selección”, dijo Salazar.

Los analistas también avalaron el once titular que envió Ruben Israel, al igual que los cambios y la gran jugada de Romeo Monteagudo para el segundo gol.





charon la oportunidad para tirarse a la grama –dizque lesionados, dizque tocados– y perder todo el tiempo posible.



Faltó Cheyo

Además, pasó algo en la selección salvadoreña. El referente de este equipo no es Rodolfo Zelaya, su goleador, sino que sigue siendo Eliseo Quintanilla, su armador. Ausente el zurdo por una lesión, ninguno de los tres que se suponía que debían tomar su lugar pudieron con el encargo. Israel planteó una línea de tres mediocampistas con Herbert Sosa, Jaime Alas y Osael Romero para combinar y abrir a los dominicanos pero los tres jugaron, cada uno, diferentes partidos y apenas se encontraron entre sí en la primera mitad.

Desconectado el medio campo cuscatleco, las oportunidades llegaron a cuentagotas. Un remate de Zelaya y un tiro cruzado de Bautista fueron los únicos tiros en media hora. Dominicana tampoco ofrecía dificultades y solo un tiro libre largo que Juan José Gómez midió mal, y al que debió meterle el guante para sacar a tiro de esquina, significó un susto para El Salvador.

El medio tiempo enfrió a los caribeños y permitió que los salvadoreños calentaran el partido y que el inicio del segundo tiempo llegara acompañado de un cabezazo de Turcios a las manos del portero y un centro de Xavi que bañó al meta y se fue largo.

Los espacios que habían estado abiertos todo el tiempo pero que nadie había visto seguían ahí. Sosa –al fin– vio uno y ahí puso un globito al que llegó Zelaya para tocar de la misma forma y poner la ventaja para los criollos.

El 1-0 a favor llegó acompañado de mejores noticias. Tres minutos después del tanto, el rival se quedó con uno menos por la expulsión de Francisco Ubiera, entonces Israel hizo los movimientos coherentes: si el rival tenía uno menos en la cancha y en el marcador, había que acabar de matarlo. Llegó Arturo Álvarez por Sosa. El Salvador quedó con línea de tres al fondo y todo a su favor para golear.

Las cosas pintaron mejor aún al '63. Monteagudo vio otro espacio en la defensa caribeña y puso un pase a donde se metía Bautista. El delantero de Metapán, que había pasado buscando su gol todo el juego –pasado de revoluciones– aguantó como debía y venció al portero dominicano. Dos de ventaja, uno más en la cancha y para seguir rematando llegó Edwin Sánchez en lugar de Monteagudo.



El descontrol

Todo estaba demasiado a favor como para que la Azul no se complicara. Tan a favor que cuando Jaime Alas cometió una falta al borde del área sobre el '66, quizá nadie creyó que Joan Cruz cobró luego un tiro libre que pasó debajo de la barrera y a la par del guante de Juanjo. Sorpresa, Dominicana también podía hacer daño.

El Salvador estaba obligado a volver a buscar la portería rival, y lo hizo con una triangulación Zelaya-Bautista-Osael, en la que derribaron a este último y el árbitro corrigió todos sus yerros anteriores pitando el penalti. Zelaya no lo desaprovechó y definió, tranquilo, al centro.

Nuevamente con dos goles de ventaja, El Salvador volvió a perderse en la cancha. Gómez recordó el fantasma de febrero de 2009 y Faña se dedicó a hacer show antes de cobrar un tiro de esquina.

Sembrados los nervios y el pánico en la Azul, Domingo Peralta –en un fuera de juego más grande que el estadio– encaró a Gómez y puso las cosas 3-2. Un marcador que ya no se movería en los cuatro minutos de descuento pero que deja mucho qué pensar e interpretar. Inició el sueño a Brasil 2014, a ver hasta dónde nos da la capacidad para soñar.