Enla entrada hacia el Estadio Panamericano de San Cristóbal las personas
se amontonaban para ingresar. Sin ningún tipo de orden se hacía difícil la
entrada. Entre empujones y alguna que otra discusión, un vivo cartereaba a
quien suscribe esta nota.
Finalmente, al lograr pasar la entrada llegamos al estadio. El partido
tenía pocos minutos de haber iniciado. Los dominicanos estaban bien plantados,
organizados y con muchas ganas luchaban cada espacio de su campo. Y sería en la
primera acción ofensiva que Yonathan Faña recogería un pelotazo por la banda
izquierda; controlado el esférico, levantó la cabeza y cruzó la redonda para
que Kerbi Rodríguez que ingresaba por el otro costado abriese el marcador.
No cambió mucho el encuentro después del gol. Aunque Haití intentó poner
más presión, la defensa comandada por Tano Bonnín no sufría. El joven empujaba
al equipo hacia arriba para obligar a los haitianos a retroceder o buscar con
los envíos largos.
Clemente parecía leer bien los movimientos de Haití y movió a Kerbi al
costado izquierdo para frenar un poco las subidas del lateral derecho haitiano.
Y también hay que destacar que no se equivocó con la inclusión de Mariano Díaz
como delantero y Faña bien suelto por detrás, apareciendo por todo el frente de
ataque.
El segundo gol iba a ser precisamente una jugada de Mariano, que en un
despeje de su arquero evadió al defensor con un sombrerito y corrió por todo el
lateral derecho hasta cruzar el balón para Faña que definió sutilmente. Así
terminaría el primer tiempo, con un dos a cero merecido.
La segunda mitad partió con la misma balada. Las gradas mantenían la
algarabía momentánea de un trombón, el bombo y dos cornetas. A ritmo de palos,
gritos y festejos ingresaba el equipo dominicano al campo.
Haití mantuvo la paciencia y tocaba bien, a pesar de que el campo no le
ayudaba a mantener la posesión. Tal vez, es algo de lo que se quejarán, pero
ambas escuadras estaban en igualdad de condiciones. Y los dominicanos fiel
a su estrategia, por momentos presionaban para arrebatar la pelota, y lo
conseguían, paseándola frente a piernas enemigas. Faña mostraba su técnica
evadiendo rivales y con mucha certeza en los pases.
El equipo no saltaba su esquema: defensa, contragolpe y posesión del cuero
en pequeños lapsos de tiempo. A partir de eso llegaría el tercero. Un
contragolpe de Mariano terminaría en falta, y el jugador desde 30 metros
aproximadamente sacó un remate que picó justo delante del portero y se coló
junto a los gritos de las gradas. Gran gol del joven del Real Madrid Castilla.
Este tercer gol enmudeció las gradas haitianas, pero su equipo se encendió
y salió a buscar el descuento. La presión hizo que algunos jugadores
dominicanos se equivocaran en la salida. Y así tuvieron unas cuantas los
haitianos. Un remate de Angusma Wilberne que buscaba el ángulo derecho
encontraría la mano salvadora de Wellington Agramonte. Posteriormente, otra
mano del arquero desviaría otro tiro que finalmente iba a dar en el palo.
Pasada la tormenta, dominicana volvió a causar problemas con los
contragolpes. Domingo Hernández hizo ingresar a Ozuna y a Manuel Lustenberges
para mantener en vilo a los haitianos. Y aunque al final del encuentro el
árbitro otorgó un penal en una jugada dudosa, los dominicanos se alzarían con
la victoria.
Un gran encuentro por parte de República Dominicana, casi perfecto en todos
los sentidos. Indudablemente los nuevos refuerzos del equipo han dado un nuevo
aire a nuestra selección. Esperemos que para la próxima eliminatoria tengamos
un mejor desenvolvimiento.
Y también, esperemos que nuestras autoridades escojan un mejor estadio, con
un mejor campo, donde el balón ruede y no salte, para que nuestros muchachos
puedan explotar sus cualidades.
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