Brasil e Inglaterra empataron en un partido amistoso de fútbol con el que se reinauguró el famoso estadio Maracaná, que cerró hace tres años para ser remodelado.
El partido terminó 2-2 y todos los goles llegaron en la segunda mitad: Fred abrió el marcador para los locales. Luego anotaron Oxlade-Chamberlain y Rooney para Inglaterra y finalmente Paulinho puso cifras concretas al marcador.
Casi 70.000 personas asistieron al estadio en Río de Janeiro, muchos de los cuales viajaron desde partes lejanas de Brasil para participar en lo que describieron como un momento histórico.
Brasil será el país sede del próximo Mundial y la final está prevista en el Maracaná.
Las autoridades de Río de Janeiro probaron nuevas medidas de seguridad y para controlar a las multitudes. Por ello, muchas de las calles que rodean el estadio carioca fueron cerradas al tráfico desde primera hora de la mañana.
El partido se disputó después de que una jueza brasileña revocó la decisión inicial de suspender el partido.
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